• Fertilizantes naturales (orgánicos). Existe una gran variedad, desde estiércol de animales, cenizas de maderas y los lombricompuestos. El estiércol fresco no es aconsejable para las raíces. Estos fertilizantes no sólo aportan nutrientes para las plantas, también mejoran el suelo.
• Fertilizantes químicos (inorgánicos), Son preparados industriales, se fabrican mediante procesos químicos o mecánicos, aplicados en las dosis justas, son asimilados rápidamente por las plantas y los resultados quedan a la vista no aportan humus al suelo no reemplazan a los fertilizantes naturales pero ayudan a equilibrar los elementos nutritivos, entre los abonos orgánicos se encuentran el estiércol, el compost, que vemos en la imagen o la turba, pueden ser totalmente naturales o enriquecidos y se utilizan con la intención de crear un suelo adecuado para nuestros cultivos, se trata de intentar modificar y mejorar las características del suelo y es habitual que se haga antes de plantar o en la elaboración de sustratos y semilleros, es decir, el abono hace referencia a un proceso a medio o largo plazo. Entre los fertilizantes químicos se encuentran los fosfóricos, los potásicos o los nitrogenados entre otros, en este caso la idea es el aporte de nutrientes inmediato en un momento puntual a plantas que están ya en proceso de crecimiento, es por lo tanto en este caso un procedimiento a muy corto plazo, los fertilizantes liberan los nutrientes de forma instantánea o en pocos días.
Plaguicidas: La producción de estas sustancias surge a partir de la Segunda Guerra Mundial, donde los países industrializados inician la fabricación de plaguicidas con carácter comercial con el fin de aumentar la producción agrícola.
Uno de los primeros plaguicidas y más comunes fue el DDT, para combatir las plagas en la agricultura y los mosquitos transmisores de malaria. En la actualidad existen grandes cantidades de marcas de plaguicidas en el mundo.Durante años se ha promovido la venta de plaguicidas sin informar adecuadamente el riesgo que pueden generar para la salud, para el medio ambiente y para la agricultura misma.